"Juan Antonio Samaranch pidió el 15 julio de 2001 al entonces presidente de China, Jiang Zemin, una amnistía general para los prisioneros políticos chinos. La solicitud de clemencia fue realizada en un encuentro privado en Moscú 48 horas después que, reunido en la capital rusa, el Comité Olímpico Internacional (COI) eligiera a Pekín para albergar los JJ.OO de 2008.
Samaranch, que concluía como presidente ejecutivo del COI al día siguiente, intentó convencer a Jiang para que realizara un gesto que beneficiaría la imagen internacional de China "en un momento de oro", según el libro 'Beijing's Games. What the Olympics mean to China' (Los Juegos de Pekín. Lo que el Olimpismo significa para China), de la experta en olimpismo Susan Brownell y que aparece este mes de marzo.
Brownell relata los hechos de aquella reunión a partir de otro libro, 'He Zhenliang y el sueño olímpico de China', la biografía oficial de He Zhenliang. He es el máximo representante de China en el Movimiento Olímpico y miembro entre 1985 y 2001 de la ejecutiva del COI. Brownell ha estudiado 22 años la relación de China y el deporte y actualmente trabaja en la Universidad para el Deporte de Pekín becada por el gobierno de los Estados Unidos.
Brownell tradujo al inglés la biografía de He y explica a Mundo Deportivo que en el libro Beijing's Games ha publicado fragmentos de aquella biografía que el propio He quiso retirar.
Jiang y el ex ministro de Exteriores Qian Qichen se reunieron con Samaranch en la embajada china durante 10 minutos a petición del ex presidente del COI, según el testimonio de He recogido por Brownell. Samaranch detalló horas antes a He que recomendaría al presidente chino que utilizara la ocasión de los JJ.OO. para aplicar un perdón general para presos. Brownell da por hecho que se refería a condenados por razones políticas. Se estima que el gobierno chino tiene detenidas a centenares de personas acusadas de "subversión",un eufemismo usado para encarcelar a críticos del Partido Comunista Chino. En China se ejecutan entre 1.000 y 7.000 penas de muerte al año, según Amnistía Internacional.
He intentó disuadir a Samaranch de su iniciativa. Ante su insistencia también pidió al vicepresidente del COI Kéba Mbaye que le persuadiera para dar marcha atrás. He explica que Samaranch "estaba muy seguro de sí mismo y parecía no entender la política china… Con una sonrisa me dijo que sería responsable de las consecuencias". Jiang "recibió educadamente a Samaranch, le dijo que lo consideraría, y ahí se acabó. La petición fue recibida educadamente e ignorada", según el relato de Brownell. He no ha respondido a la solicitud de entrevista de este periódico y Juan Antonio Samaranch ha preferido no hacer comentarios respecto a esta información.
Tras el encuentro con Samaranch, Jiang se reunió con la cúpula del COI para agradecer la elección de Pekín. El ministerio de Exteriores chino publicó un comunicado en el que destacaba que Jiang y Samaranch se reunieron sin mencionar el diálogo sobre los presos políticos. "Ha sido una satisfacción ver que la candidatura de Pekín ha sido un éxito en mi término como presidente porque China, como el país más poblado del mundo, siempre ha apoyado al Movimiento Olímpico", dijo Samaranch según el comunicado del gobierno chino. Al día siguiente se celebró en el teatro Bolshoi de Moscú el pleno del COI que eligió a Jacques Rogge como nuevo presidente ejecutivo.
Brownell opina que Samaranch tuvo una gran influencia en la elección de Pekín como ciudad olímpica: "A nivel personal él tenía un vínculo de amistad con China y seguramente anticipó cómo evolucionaría el mundo antes que otros gracias a su experiencia como embajador en la Unión Soviética. También era más flexible que otra gente sin su experiencia diplomática y ha sido un fuerte partidario de la inclusión de China en la comunidad internacional".
Un "amigo" de China
Un portavoz de prensa del Comité Organizador de Pekín 2008 valoró el año pasado a este periódico que Samaranch "es un amigo de China que hizo un buen trabajo para Pekín". Samaranch preside una fundación que lleva su nombre y que está centrada en el desarrollo del deporte en China. Joan Dedeu, consultor de empresas en China y uno de los responsables del lanzamiento de la Fundación, opinaba en una entrevista en 2007 que el expresidente del COI es "uno de los grandes iconos españoles en China". Es habitual que los ciudadanos de Pekín, cuando hablan de Barcelona, vinculen la ciudad con las corridas de toros, Xiao Luo –Ronaldinho– y Samaranch."
Cristian Segura, en El Mundo Deportivo y Avui, marzo 2008
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