"...Era bien entendido por los científicos y filósofos clásicos que la Tierra era un mero punto en el vasto y complejo cosmos...
Aquí estamos: entre un mosaico de planetas con un puñado de estrellas al fondo. Por el reflejo de la luz del sol en la sonda, parece que la tierra descanse sobre un halo de luz, como si este pequeño mundo tuviera una importancia especial. Pero sólo se trata de un casualidad entre la geometría y la óptica.
No hay señal de los humanos en esta imagen, ni de nuestro trabajo sobre la superfície, ni de nuestras máquinas, ni de nosotros mismos. Desde este punto de vista aventajado, no hay evidencia de nuestras obsesiones nacionalistas. Somo demasiado pequeños. En la escala de los mundos, los humanos no tenemos consecuencia alguna, somos una delgada línea de vida en un oscuro y solitario pedazo de roca y metal.
Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar. Cada ser humano que existió, vivió allí su vida. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de morales, cada político corrupto, cada superestrella, cada líder supremo, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie, vivió allí, en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.
Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran y envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y formación del carácter. Quizá no hay mejor demostración de lo absurdo de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido."
Carl Sagan, A pale, blue dot.