-P: "Fue una paradoja que de todos los gobernantes de Europa Occidental no fueran Thatcher ni Mitterrand, sino un español, Felipe González, quien apoyara la unificación alemana tal como la planteó Kohl.
-Jordi Pujol: No, no fue una paradoja. Francia es una adversaria tradicional de Alemania, y procura que sea débil y muy condicionada. Y a Gran Bretaña tampoco le ha agradado nunca una Alemania con mucha fuerza en el Continente. Por otra parte, a mi entender es uno de los momentos de Felipe González en donde tuvo una actuación más brillante y además con efectos muy positivos para España. Con ello, Felipe González se puso a Kohl en el bolsillo. Luego González obtuvo gracias a Kohl aquellos fondos de cohesión europeos que han sido tan importantes para las inversiones públicas en España.
-P: Su posición respecto a la unificación alemana tampoco ofrece dudas.
J.P.: Creo que había que hacerlo a pesar de todos los inconvenientes, y se hizo bien. Se podría criticar tal vez a Kohl, por ejemplo por la equiparación que hizo entre el marco occidental y el oriental. Pero en una conversación que tuve con Pöhl, el entonces gobernador del Bundesbank, me dijo que técnicamente era un disparate y que así se lo había indicado al canciller hasta tres veces. Era más bien de tendencia socialista y fue el único que le planteó resistencia a la paridad entre los dos marcos, pero no porque fuera anti-Kohl. El canciller le comentó que no había más remedio que hacerlo y Pöhl llegó a una conclusión: esto no es una decisión técnica, ni tan siquiera una decisión política; es una decisión histórica. Y ante una decisión histórica, el gobernador del Bundesbank asumió que la responsabilidad era del Canciller y punto. El ya había dicho lo que tenía que decir."
Lluís Bassets, El País online. Una conversación con Jordi Pujol.
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