"Escobilla de diseño para el retrete, marca Lulú: 375 euros.
Ocho televisores de Bang & Olufsen: 40.000.
Pareja de sofás Cassina en ocre, butaca Capellini, espejo de Philippe Starck y otros muebles que seguro que no son de Ikea: 44.699.
Sistema de control de iluminación Lutron: 7.151.
Siete teléfonos inalámbricos de BeoCom que luego la poli va y le pincha cuando su cuñado le dice que teme que su supuesto testaferro les deje “con el culo al aire”: 4.061.
Palacete en Palma valorado en 2,47 millones de euros: 950.000.
Obras de rehabilitación de los 657 metros cuadrados del modesto edificio: 1.300.000.
Piso de lujo en Madrid a nombre de un amiguete, el del “culo al aire”, que luego se lo alquila por 1.500 euros de nada: 1.200.000.
Apartamento a nombre de su madre, la única octogenaria del mundo a la que un banco le concede una hipoteca cuya letra mensual duplica lo que cobra de pensión: 200.000.
Cortinas y telas varias: 38.760.
Anillo de oro de 18 kilates: 5.000.
Reloj de señora Cartier, modelo Tank Allongée: 12.894.
Rolex Daytona con bisel de diamantes y estela de nácar: 23.000.
Otros dos relojes guardados en la caja fuerte del piso de Madrid: 25.000.
Vajilla y complementos para el baño y la cocina: 100.000.
Cerca de un centenar de bolsos de las mejores marcas, 150 trajes, 50 pares de zapatos…, a saber.
Patrimonio familiar antes de llegar a la presidencia del Govern balear: 152.805.
..."
Ignacio Escolar, Escolat.net. Jaume Matas no tiene precio.
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