dissabte, 24 de juliol del 2010

Spassk



El relato de los hechos dice asi: el 26 de enero de 1986, a las 19:55, una esfera incandescente que habia estado sobrevolando Dalnergosk se estrello en una colina proxima a la ciudad. La colision se produjo a 611 metros de altura. Segun centenares de testimonios del barrio mas cercano, la esfera realizo intentos de eyeccion durante media hora hasta que exploto. Una division del ejercito de la URSS aislo la montanya y por la manyana tan solo quedaba com recuerdo del incidente una hectarea de bosque calcinada y pequenyas partes del fuselaje del aparato. Al desintegrarse la URSS, en 1991, los cientificos del gobierno admitieron que el material recogido en la zona correspondia a una nave aeroespacial construida con aleaciones de metales desconocidos en nuestro planeta.

En el museo de historia de Dalnergosk hay un pequenyo panel informativo detallando los hechos, mas algunas imagenes del aparato. La informacion del museo asegura que la zona continuo durante meses emitiendo inusuales niveles de radioactividad y magentismo. El UFO 611 es uno de los iconos de los locos por la investigacion extraterrestre, como lo es el incidente Roswell en los Estados Unidos. La colina 611, a diferencia del desierto de Roswell, de dificil acceso. Para llegar a ela es necesario caminar unos 2,5 kilometros por un sendero de bosque mal senyalado e invadido por la vegetacion. Un policia nos ha indicado la via de ascenso no sin antes advertirnos que la zona esta infestada de serpientes. Es curioso el panico de los rusos con las serpientes. Con las serpientes y con todo en general. Andan como si a cada esquina tuviera que asaltarnos un comando checheno.

Hemos avanzado cerca cerca de 1 kilometro y no habia rastro de serpientes. De hecho, la unica serpiente que hemos visto en el viaje fue una vibora que cruzaba asustada por delante del refugio de cazadores en Breevka. Nada que no te puedas encontrar en Collserola o Camprodon. En vez de serpientes devoradoras de hombres, en el ascenso a la altura 611 nos hemos enfrentado a una cada vez mas inaccesible muralla de maleza y torrentes que nos han impedido el paso.
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Nuestra presencia en la region causa casi tanta sorpresa como los extraterrestres de la colina 611. En cada pueblo que visitamos, normalmente en el museo local de turno, repito las mismas preguntas:

Recuerdan alguna visita de gente de Barcelona? No.
De la Peninsula Iberica? No. Que es eso?
Y de algun pais del mediterraneo?

A parte de japoneses, chinos, americanos y alemanes, que si son relativamente visitantes habituales en Primoria, alguna que otra vez se deja ver un frances. En este caso, por si las moscas digamos que el tipo o tipa era marselles, firmamos en el libro de visitas del museo de turno como los primeros barceloneses en pisar el lugar. Si no hay rastro de franceses o italianos (o griegos o turcos), entonces me hincho de orgullo y les dedico un saludo en nombre de la civilizacion mediterranea.

Indagar acerca de las visitas internaciones en Primoria aporta anecdotas curiosas:

En Rudny, pueblecito vecino de Kavalherovo, destacan con orgullo que Dolores Ibarruri, La Pasionaria, les mando una carta de agradecimiento porque muchos de sus hombres combatieron con las brigadas internacionales en la guerra civil espanyola.

En e museo de Olga descubrimos la dedicatoria de Ian Frazier, celebre periodista del New Yorker, que en 2001 hizo un viaje parecido al nuestro. Entre 2001 y 2010 solo cuatro extranjeros han firmado el libro de visita de Olga: Frazier, un eslovaco y nosotros dos.
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"Burgois", burgues, es la manera coloquail y divertida que utilizan los rusos para rferirse a los extranjeros occidentales. Durante la URSS, el adjetivo burgues era utilizado por la propaganda comunista para descalificar a todo aquel que considerara enemigo de la Revolucion del proletariado. Con sentido del humor, la poblacion rusa hoy se refiere como burgueses a los capitalistas de toda la vida, los que venimos de fuera.

Andrea y yo, latinos por excelencia, discutimos con una intensidad que contrasta con la parsimonia rusa. A raiz de nuestros particulares combates me han contado que hay un dicho ruso que asegura que una mujer es peligrosa e impredecible como un mono con una granada de mano. La expresion me ha recordado al muy querido Pepe Comas, que en nuestros encuentros en Berlin bromeaba diciendo que tal o cual persona tenia "mas peligro que un mono suelto con cuchillas de afeitar". Los monos rusos son mas expeditivos.

Os escribo desde nuestro Toyota Corolla. Hoy cruzamos la provincia de Este a Oeste, seis horas de carretera, de Dalnergosk a Kronshatdka, una aldea en el parque nacional del lago Janka. Para mandar esta cronica nos hemos desviado de la ruta para detenernos en Spassk, ciudad fronteriza con China. El clima de la region en julio es lluvioso, con diluvios intermitentes. Agua y mosquitos por todas partes. En cada pueblo que cruza la carretera, los lugarenyos se plantan en el arcen y bajo un sombrilla venden las frutas y las hortalizas de sus huertos o las setas de sus bosques.

En el coche suena musica pop y tecno ruso que tanto gusta en este pais. Es una musica horrorosa. La unica solucion que me agrada es una version discotequera de un clasico de Kino, la banda de rock de los 80 que simbolizo y de alguna manera predecio el cambio politico que se avezinaba en la URSS. la cancion se titula "Dalshe", que quiere decir algo asi como "lo que ha de venir".

P.D. para los pocos que os interesan estas cronicas, os recomiendo vivamente el "Viaje a Rusia", librito de John Steinbeck, con la misma forma de cronica que la que sigo en mi ruta por el Ussuri pero mucho mas amena y pintoresca.

P.D.2 justo delante del cafe internet de Spassk, desde donde transcribo lo escrito, se ha fundido nuestro coche. No puedo adjuntar fotografias porque no puedo utilizar mi lapiz de memoria. A Alexey se le han cruzado los cables. Primero, cuando el coche todavia funcionaba, me ha pedido que marcharamos del cafe internet porque la gente del cafe internet le daban mala espina. Al final parece ser que no son tan malos: nos han invitado a comer, a cafe y a internet gratis.
A Alexey le daba especial miedo un borracho vestido de militar que, maravillado de poder charlar con extranjeros, me ha regalado una medalla conmemorativa del 65 aniversario de la liberacion de Berlin. Se llama Max y pasa horas y horas en el cafe internet intercambiando medallas militares con gente de todo el mundo. Max, que Alexey le considerava el Jack el Destripador local, se ha ido a buscar al mecanico y nos ayuda a reparar el vehiculo.

A ver como nos salimos de esta