Gonzalo Nave se cayó redondo hace casi dos años. Había estado apretando la tornillería de una pontona, a 18 metros de profundidad. Pasó un par de horas del revés, así que en un primer momento achacó el mareo a la fabada del almuerzo. Notó dolor en la tripa. Y en la mano. A los cinco minutos de salir del agua se desplomó. La resonancia magnética, en el hospital de Sagunto, detectó unas burbujas de aire en el conducto auditivo interno, una cavidad con forma de 'caracolillo'. Lo trasladaron al Centro Hiperbárico de Castellón. Pasó tres días entrando y saliendo de la cámara hiperbárica, donde, a base de someterse a una terapia de aire a presión, las acumulaciones de gas desaparecieron. Los mareos y las náuseaa, en cambio, duraron tres meses. Como si se le hubiera hecho callo en el conducto.
"Un buzo profesional con treinta y pocos años ya es un viejo, igual que un futbolista. Está quebrado", dice Serafín Balanza, especialista en medicina subacuática del Instituto Social de la Marina en Cartagena (Murcia). Desde hace tiempo, los buzos reivindican coeficientes reductores para jubilarse antes de los 65. Se enfrentan a la pérdida total de audición, al síndrome del 'buceador sonado', como los boxeadores, a la osteonocrosis disbárica, unas pequeñas embolias que acaban chascando los huesos, provocadas por el gas que no logran expulsar. La mayoría de patologías se producen a un palmo de la nariz. En las trompas de Eustaquio, por ejemplo, conducto que equilibra las presiones a ambos lados del tímpano y que los submarinistas fuerzan para 'compensar' cuando se sumergen. "Un buzo siempre recuerda cómo solía compensar con un gesto. Este tejido se le atrofia con el tiempo". Las enfermedades del gremio, en palabras del doctor Balanza, son "elevadísimas". Pero muy pocas acaban en el registro: la mayoría de buzos, sobre todo quienes trabajan en obra marítima, cotizan en régimenes de la construcción como encofradores o albañiles.
En 2011 murieron seis de los cerca de 500 buzos que había en activo en España (antes de la recesión había unos 2.000), y este no fue un dato atípico.
Guillermo Abril, El País Semanal. Buzos. Los indomables fontaneros del mar.
1 comentari:
Soy buzo profesional y trabajo en pequeñas profundidades. Tengo 43 años y estoy en forma, tengo 3 min de apnea estática y 60 mts de apnea dinámica. Y sigo muy feliz en mi trabajo. El secreto: me cuido mucho, las dietas, ejercicio y sobretodo seguridad, respetar los tiempos de descompresión, paradas, sucesivas, subidas lentas etc.. cosa que cuando se trabaja a destajo no se contempla.
6 fallecidos es nada comparado co9n los que se mueren en tierra.
Salud.
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