“Ya en 1965 empecé a interesarme por la idea de
que el universo está lleno de civilizaciones inteligentes, que es lo que
actualmente muchos científicos creen. Los científicos estiman que hay unas
100.000 millones de estrellas en nuestra galaxia, y que en el universo visible
hay unas 100.000 millones de galaxias. Hay tantas estrellas en el universo
proyectando luz a su alrededor para poder dar origen a vida... Incluso si
asumimos que hay una opción entre un millón de que esto sea posible, habría
cientos de millones de mundos en el universo”.
DISCLOSURE PROJECT.
Conferencia de 2001 en el National
Press Club, Washington D.C. Transcripción al castellano de los 18 primeros
testimonios.
[Para ver el vídeo de la
conferencia completa: http://www.netro.ca/disclosure/npccmenu.htm
]
1; JOHN CALLAHAN. EX DIRECTOR DEL
DEPARTAMENTO DE ACCIDENTES E INVESTIGACIONES DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS
EE.UU.
Mi nombre es John Callahan y soy
un empleado retirado de las Fuerzas Aéreas. Era Jefe de División del
Departamento de Accidentes e Investigaciones en Washington DC. Dos años antes de
retirarme recibí una llamada de la región de Alaska con el siguiente contenido:
“Tenemos un problema aquí y no
sabemos qué decir a los medios”. Les dije: “¿Decirle a los medios, qué?” “Acerca el UFO”, me respondieron. En ese momento hice lo que cualquier empleado
del gobierno debe hacer: que dijera a la prensa que “en este momento lo estamos
investigando.” Pedí que enviaran todos los datos a la base de las Fuerzas
Aéreas en Texana, Atlantic City. Al día siguiente, mi jefe inmediato, el
director de coordinación de las Fuerzas Aéreas en Atlantic City, ya tenía una
grabación del acontecimiento. Reproducimos la cinta en Atlantic City en una
pantalla plana con un reproductor DVD, y vimos exactamente lo mismo que habían
visto y oído el piloto y el controlador aéreo. Al día siguiente informamos en
un resumen de 5 minutos al administrador [de la base], el almirante Engen,
respecto a lo que había sucedido. Después del briefing, el almirante me pidió
si podía ver el vídeo. Lo reproducimos para él y lo vimos entero. Al día
siguiente, Engen preparó una reunión para que yo pudiera mostrarlo a un equipo
científico del presidente Reagan. Cuando acabó la reunión, les entregué todos
los datos.
Aquella mañana, en la sala oval de
las Fuerzas Aéreas, de 9 a 10 de la mañana, se encontraban 3 representantes del
equipo científico de Reagan, 3 representantes de la CIA, 3 del FBI y no
recuerdo quiénes eran el resto de los presentes. Estos señores se reunieron
conmigo y otros expertos de las Fuerzas Aéreas. Pudieron hablar y decidir del
hardware y el software [expresión para significar que se habló extensamente del
asunto]. Pusimos sobre la mesa todos los documentos: el vídeo, los datos
impresos que recogieron los ordenadores. Cuando acabó la reunión, uno de los
hombres de la CIA nos dijo: “queremos mantenerlo en secreto. Esta reunión nunca
ha tenido lugar y el hecho que hemos tratado nunca ha sucedido. Cuando le
pregunté el por qué, me respondió: “le diremos al público que era un avión
espía. Es la primera vez que hemos grabados datos de radar de un UFO durante 30
minutos. La gente se va a poner muy nerviosa. No le contaremos al público nada
de lo sucedido porque cundiría el pánico. Volveremos a estudiarlo más
adelante.”
He contado esta historia muchas
veces y la gente la encuentra graciosa. Traigo conmigo las grabaciones de la
voz de los controladores aéreos involucrados y las cintas originales de las
Fuerzas Aéreas. Después de que estos documentos fueran entregados al personal del
Presidente, me dije: “por lo que entiendo, en las Fuerzas Aéreas queremos
diferenciar entre casos de UFOS y tráfico [aéreo norma] y, por lo que veo, ¡no
supone ningún problema! Tengo una copia de la grabación original, que por
cierto es bastante interesante. Y también tengo conmigo los informes
posteriores que llegaron a mi oficina. Porque como no era ningún problema de
tráfico aéreo de las Fuerzas Aéreas, los informes acabaron en una mesa de mi
oficina. Cuando me retiré, el personal de la oficina empaquetó mis pertenencias
y me las mandaron a casa. Entre ellas, una caja que encontré hace poco y en la
que descubrí un texto mío de 1992. Eran de los primeros contactos de UFO vía
radar [que las FAA habían registrado]. Lo pueden copiar de este original. En el
documento, que lo titulamos “Incidente UFO”, se encuentra el caso del vuelo de
Japan Airlines 1648 del 18 de noviembre de 1986. Estoy preparado para
testificar ante el Congreso y jurar ante el Congreso que todo lo que he contado
y todo lo que hay en estos documentos es verídico.
2; CHARLES BROWN, TENIENTE CORONEL
DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Buenos días. Espero que me
entiendan, estoy un poco nervioso. Mi nombre es Charles Earl Brown, soy
teniente coronel de las Fuerzas Aéreas Americanas, retirado desde hace siete
años. Durante la II Guerra Mundial fui piloto destinado al Oeste de Virginia,
participé en los alistamientos patrióticos del Ejército de los EE.UU., en los
bombardeos en Europa y en el transporte de tropas en el Pacífico.
Acabé la carrera universitaria en
el verano de 1949 y fui llamado al servicio activo para servir a las Fuerzas
Aéreas de los Estados Unidos. Fui asignado a una organización denominada
Oficina de Investigaciones Especiales (OSI). Como muchos de ustedes sabrán, la
OSI fue creada por las Fuerzas Aéreas en 1947. La OSI acabó siendo una agencia
satélite de la CIA [la CIA fue creada en 1948] dentro de las Fuerzas Aéreas.
Así que todo era relativamente nuevo. Por lo que sabemos, en 1947 empezaron a
captar UFOS vía radar. Los servicios de inteligencia de las Fuerzas Aéreas se
ubicaban en el Centro de Inteligencia Técnica, en la base de las Fuerzas Aéreas
Aeroespaciales de Wright Patterson. Yo tenía mi oficina en un edificio adjunto
a la base. Nuestra organización pasó a ser la Agencia de Investigación Mundial
de las Fuerzas Aéreas para los casos de objetos voladores no identificados. Eso
fue así durante dos años. El nombre del proyecto que desarrollamos entonces fue
“proyecto Grudge, fue el predecesor del [famoso] “Proyecto Bluebook”.
Durante mi trayectoria allí, yo
recopilaba los datos que eran enviados a mi oficina y los analizaba como piloto
investigador. Era capaz de ofrecer algunos consejos de estudio al personal de
Inteligencia Aérea. Probablemente creerán que teníamos una enorme oficina
dedicada a ello pero lo cierto es que el personal éramos yo, una secretaria y
un sargento técnico. Ese fue el origen de Bluebook, que empezó como Proyecto
Grudge. Bluebook no desperdició nada de nuestro trabajo en el proyecto Grudge.
Durante una revisión de análisis
de estos muy elaborados informes, me convencí claramente que había algo
concreto en todo aquello que estábamos documentando. De algunos de los
avistamientos teníamos pruebas visuales terrestres, de radar, pruebas aéreas y
de radar aéreo. Las personas que realizaban los avistamientos eran desde
pilotos de aerolíneas, pilotos militares a oficiales de policía. La vida de
algunas de esas personas dependía de lo que se había archivado en esa base de
datos. Son personas muy creíbles.
Espero que el testimonio dado aquí
por gente de gran credibilidad les convenza de ello y permita que avancemos en
este Disclosure Project del Dr. Steven Greer. Para llamar la atención de los
americanos y de los ciudadanos de todo el planeta que estos vehículos han sido
vistos y confirmados alrededor del mundo. Me preparo para prestar declaración o
testificar según mi juicio y lo que he observado. Este tipo de cosas existen,
por favor créanme, por favor créanme. Gracias.
3; MICHAEL SMITH, SARGENTO DE LAS
FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.U.
Mi nombre es Michael Smith, fui
sargento de las Fuerzas Aéreas entre 1967 y 1973. Era controlador aéreo y
operador de alerta del servicio de mañanas. A principios de 1970 estuve
destinado en la base Klamath Falls, Oregon. Llegué una mañana al puesto de
radar y mis compañeros estaban observando un UFO en el radar. Estaba flotando a
una altura de 24.000 metros [suspiro de nervios]. Estuvo allí durante 10
minutos, descendió lentamente y desapareció del radar durante unos 5-10
minutos. Apareció de repente estacionado a 24.000 metros de altura. En la
siguiente pasada del radar, el objeto estaba a unos 370 kilómetros de
distancia, también estacionado. Flotó allí durante 10 minutos. Realizó el mismo
ciclo dos veces más.
Cuando todo volvió a la normalidad,
tras el avistamiento del UFO, pregunté a mi compañero si lo había notificado al
NORAD (North American Aerospace Defense Command). Me dijo que no era necesario,
que estarían en camino. “Tú, cuida de ti mismo. Sólo es necesario hacérselo
saber a la base”, es lo que me respondió.
Una noche, a finales de año, el
NORAD me llamó para hacerme saber que un UFO se acercaba siguiendo la costa de
California. Les pregunté qué debía hacer y me ordenaron que no hiciera nada
especial, que estuviera alerta y basta.
Más tarde, a finales de 1972,
cuando estaba destinado al 53 Escuadrón de Radar de Michigan, recibí la llamada
telefónica de un departamento de policía que me detallaron que unos agentes suyos,
aterrorizados, estaban persiguiendo a tres UFOS en dirección al Puente
Mackinac, en la Carretera 75, Así que comprobé con el radar que efectivamente
[los UFOS] estaban allí. Llamé al NORAD. Aquella zona aérea estaba en ese
momento defendida por dos [bombarderos] B-52 y los del NORAD me pidieron a qué
distancia estaban los B-52 de los UFOS. Al mismo tiempo tenía que responder
muchas llamadas de los departamentos de policía de la región y mi respuesta
estándar era: “no aparece nada en el radar”. Estoy dispuesto a testificar ante
el congreso bajo juramento.
4; ENRIQUE KOLBECK. CONTROLADOR DE
TRÁFICO AÉREO DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MÉXICO.
Buenos días. Mi nombre es Enrique
Kolbeck, soy controlador de tráfico aéreo, y disculpen mi inglés, estoy
bastante asustado. Nunca antes había hablado ante tanta gente. Estoy aquí porque
fui testigo involuntario por mi trabajo… Trabajo en Ciudad de México, como
controlador de radar del Aeropuerto Internacional de México. Voy a darles un
ejemplo de estos avistamientos en México. Este asunto se ha repetido muchas
veces en mi país, desafortunadamente.
Por ejemplo, el 4 de marzo de 1992
detectamos 15 objetos en la sección Oeste del Aeropuerto de Toluca, cercano del
Aeropuerto Internacional, a 24 kilómetros. El 29 de julio de 1994 casi tuvimos una
colisión entre uno de estos objetos y un vuelo doméstico de Aeroméxico, el
vuelo 129, comandado por el piloto Raimundo Cervantes Ruano. Algo le obstaculizó en pleno proceso de aterrizaje.
Este ocurrió por la noche a las 22:00, en una noche sin luna. La semana
siguiente, el mismo año y en el mismo momento, el vuelo de Aeroméxico 904 tuvo
otra casi colisión con otro objeto que fue informada por el comandante
Corso. Detectamos el objeto en el radar
sólo por un momento. Durante la siguiente semana tuvimos muchos informes de
avistamientos por parte de pilotos que nos explicaban que podían ver tráfico
aéreo inusual, de luces brillantes.
El 15 de septiembre de 1994
tuvimos una detección [de UFO] de más de 5 horas con el nuevo sistema de radar
que habíamos instalado. No es común que detectemos el mismo objeto en radar
durante más de 5 horas, y aparentemente sin movimiento. Nuestros técnicos
comprobaron que el sistema de radar funcionaba correctamente y fue muy
sorprendente cuando al día siguiente, recibimos una información por parte de un
periodista llamado Jaime Maussan, que estudia casos de este tipo en México, de
un avistamiento por parte de mucha gente en la ciudad de Metepec, al sur del
aeropuerto de Toluca. Lo que vieron fue un gran platillo volante, de unos 15
metros de diámetro. Según unas cuantas personas, dejó algunos restos en el
suelo. El 24 de noviembre de 1994 ya teníamos oficialmente en funcionamiento el
nuevo sistema de radar. Desde entonces, teníamos información precisa de estos
avistamientos, al mismo tiempo que la visualización por parte de los pilotos.
Por eso estoy aquí, porque en consideramos estos eventos pueden ser muy
peligrosos para el tráfico aeronáutico, especialmente en mi país.
5; GRAHAM BETHUNE, COMANDANTE DE LA
MARINA DE LOS EE.UU.
Me llamo Graham Bethune, soy un comandante
retirado de la Marina, piloto con autorización de Alto Secreto. Hace 50 años,
en febrero de 1951, estaba volando de Keflavik, Islandia, a Argentia,
Newfoundland [Canadá]. Era de noche, era oscuro y a 550 kilómetros a las
afueras de Argentia vi un objeto incandescente en el agua, como el resplandor nocturno
de una ciudad. A medida que nos acercábamos al objeto, la incandescencia se
convirtió en un círculo de proporciones gigantescas de luces blancas en el
agua. Lo observamos durante un rato hasta que las luces se marcharon y ya no
quedó nada en el agua. Lo siguiente que vimos fue un halo amarillo, pequeño,
mucho más pequeño que la formación de luces. Estaba a unos 27 kilómetros de
nuestra posición. De repente tomó una trayectoria hacia mí, desconecté el piloto
automático y empujé el morro del avión hacia arriba. Estaba yendo por debajo
del ángulo que esa cosa llevaba por debajo de mí. En ese momento oí algo en el
aire frente al morro del avión. Podía ser que nos hubiera encarado. Algunos de
los miembros de la tripulación se cayeron. Ayudé a algunos a levantarse y
entonces apareció a la derecha del avión moviéndose lentamente, volando con
nosotros. Permaneció a nuestra altitud y pudimos ver la forma que tenía.
Pudimos ver un domo, pudimos ver una corona emisora. Volví a la cabina porque
le había cedido el asiento al copiloto y le pregunté si había reportado el
suceso. Lo podría haber hecho, informando que estábamos atrapados ahí arriba.
En los instrumentos de abordo
indicaban 4 ó 5 símbolos del panel encendidos, el área del compás magnético
sufría un efecto electro-magnético, la aguja giraba y este tipo de cosas. Cuando
la aeronave marchó, fue captada a 3.500 kilómetros por hora.
Teníamos 31 pasajeros a bordo,
además de los miembros de la tripulación. Todos lo avistaron desde diferentes
ángulos. Cuando aterrizamos en Argentia, las Fuerzas Aéreas nos interrogaron,
un excelente interrogatorio del capitán Poulsen. Aterrizamos cerca de la base
de pruebas y fuimos requeridos individualmente por la Inteligencia de la Marina
para que informáramos. De los Archivos Nacionales, tengo 18 páginas de aquellos
informes oficiales de la Marina y las Fuerzas Aéreas. Es un informe modificado,
arreglado, pero que muestra la realidad. Léanlo, no les decepcionará. La verdad
está aquí. Testificaré bajo juramente ante el Congreso que todo lo que he dicho
es cierto.
6; DAN WILLIS, OFICIAL DE LA MARINA
DE LOS EE.UU.
Me llamo Dan Willis, estuve en la
Marina de los Estados Unidos. Conseguí la autorización de Alto Secreto, el
nivel 14 de Autorización de Seguridad para Material Extra Sensible. Trabajé en
la oficina de codificación de la Estación Naval de Comunicaciones de San
Francisco. En 1969 recibí un mensaje prioritario de un barco navegando cerca de
Alaska, que fue clasificado como secreto. El barco informó: “Emergiendo del
océano, próximo al barco, un brillo incandescente naranja rojizo. Objeto
elíptico de aproximadamente 21 metros de diámetro emergiendo del agua”.
El objeto se proyecto hacia el
espacio viajando a una velocidad de 13.000 kilómetros/hora. El radar del barco
lo captó.
Luego, durante 13 años trabajé
como ingeniero electrónico naval cerca de San Francisco. Un compañero con el
que trabajaba había servido previamente en el NORAD En sus inicios trabajando
en las instalaciones del NORAD descubrió que había objetos que eran captados
por el radar en cualquier lugar del espacio y del cielo. Los objetos se salían
de la norma dando giros con ángulos muy abiertos. Cuando preguntó a su superior
respecto a estos avistamientos, este le dijo que se trataba de visitas de
“nuestros pequeños amigos”.
Estos testimonios son ciertos.
Haré una declaración jurada para testificar ante el Congreso. Gracias.
7;
DON PHILIPPS. EX EJECUTIVO DE LOCKHEED, EX EMPLEADO DE LA CIA Y EX OFICIAL DE
LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Mi nombre es Don Phillips, estuve
en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y trabajé en ciertas agencias de
inteligencia del gobierno de los Estados Unidos. Antes de las Fuerzas Aéreas
trabajé para la famosa Lockheed Skunkworks. Estuve trabajando para ellos
durante mis años en la universidad y luego continué en calidad de ingeniero de
diseño. Fue uno de los momentos de los que estoy más orgulloso de mi vida, en
especial al colaborar con un hombre del que seguramente algunos de ustedes
habrán oído hablar, Kelly Johnson. Los modelos de avión que fabricábamos, como
saben, eran todos clasificados y de alto secreto. Yo llegué al final del
proyecto U-2, mi principal proyecto fue después conocido como SR-71. El SR-71
tuvo un predecesor, un modelo especial construido por la CIA. Ambos modelos
eran aeronaves espaciales diseñadas para ser ocupadas por un pasajero, el
piloto, con capacidad para llevarte de un lugar a otro muy, muy rápido.
Esos SR-71, que conocemos como
Black Bird, es el tipo de aviones que todavía siguen clasificados, en esencia
por la altitud a la que vuelan y también por los récords de velocidad que
mantienen. Estoy muy orgulloso de decir que ese avión tuve un papel muy
importante ayudándonos durante la Guerra Fría. El avión precedente es una gran
evidencia que sugiere que tal vez, estos aviones tenían un papel diferente una
vez en el aire. Cada piloto, conozco algunos de ellos, tenía una asignación
antes de cada despegue. La orden y la asignación era previa, inmediatamente
antes del despegue y era una notable evidencia que sugiere que, además de su
función normal, monitoreaban algunos tipos de tráfico desde y hacia el planeta
Tierra. Esto puede ser verificado más adelante.
Este proyecto me permitió dar un
salto en mi experiencia militar. Mi primer diseño asignado por las Fuerzas
Aéreas de los EE.UU. fue en la base de las Fuerzas Aéreas de Las Vegas. Fue mi
primera experiencia en Las Vegas y no entendía cómo hay gente que puede estar
tan excitada de ir a un lugar como ése, aunque pronto, un año más tarde,
descubrí la razón. La base aeroespacial de Dallas está localizada allí. Dallas
es uno de los mayores centros de entrenamiento para diferentes tipos de
aeronaves espaciales y cazas de combate. Uno de los principales centros de entrenamiento
para pilotos de todo el mundo. No obstante, a mí me asignaron en un puesto de
radar a 80 kilómetros de la ciudad, cerca del monte Charlestone. Eso fue en
1965. En 1966, a la 1 o a las 2 de la madrugada, estaba durmiendo en los
barracones de la base. Oí mucha agitación. Pensé: “es de madrugada, estamos en
verano, hace mucho calor y quizá debería levantarme y echar un vistazo a ver
qué pasa.” Me levanté y me dirigí al principal camino de la base, el de mi
oficina, que estaba en las oficinas de comandancia. Yo formaba parte del
personal de mando, del teniente coronel Charles Evans.
“Quién estaba haciendo todo aquel
ruido a esa hora de la madrugada.” Avancé unos 45 metros hasta que me encontré
a 4 ó 5 personas. Una de ellas ere el Jefe de Seguridad, que estaba mirando al
cielo. Miramos en la misma dirección, Norte Norte-Oeste y para mi asombro,
había luces brillando alrededor, en el cielo, moviéndose de un lugar a otro, a
unos 4.500 o 7.000 kilómetros/hora […] No obstante, puedo deciros que aquellas luces oscuras se movían a través
del cielo y paraban, absolutamente paradas, y dando media vuelta en cualquier
ángulo y dirección. Viajaban rapidísimo, tanto que incluso podías ver el patrón
de salida. Cuando ustedes utilizan el ordenador, cuando mueven el ratón muy
rápido en la pantalla pueden ver una especie de cola. Eso es lo que veíamos
cuando se movían esas 6 ó 7 aeronaves. Tras 5 minutos se agruparon en forma de
círculo en el Norte/Noroeste. Lo que quiero destacar es que allí donde se
pararon agrupadas, un poco al Este, se encuentra lo que conocemos como Área 51.
Área 51 es un centro de la AEC, Atomic Energy Commission. En las Fuerzas Aéreas
la conocemos como la base de pruebas de vuelo del Lago Groom. Es allí donde
estuvimos probando nuestro prototipo.
Volvamos al círculo en el cielo.
Empezó a rotar y entonces desapareció. Me dije “Jesús, aquí hay algo, hay que
mantener la calma. Lo verificó el Jefe de Seguridad. Esperamos allí y charlamos
por una hora. Vinieron los oficiales de las torres de radar, a 3.000 metros de
altura. Bajaban de los observatorios para cenar a eso de las 2 de la mañana. El
primero en llegar era un buen amigo mío, Anthony Kasar. Estaba mirando un papel
y me dijo si lo había visto. “Claro, ¡qué show más guapo!”
Y él me respondió: “Lo tenemos
documentado mediante radar. No nos dieron la autorización, sólo los hemos
podido ver parar en orden en el barrido del radar. Tenemos documentados de 6 a
7 UFOS.”
No sabemos quiénes los guiaban
pero eran inteligentes seguros, y no sabemos dónde aterrizaron porque
desaparecieron. Llegados a este punto, quiero decir que testificaré bajo
juramento que lo que he dicho es cierto y así lo declararé ante el Congreso.
8; ROBERT SALAS, CAPITÁN DE LAS
FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Me llamo Robert Salas… Estuve
activo en las Fuerzas Aéreas entre 1964, cuando me gradué de la academia
militar, y 1971. Mi rango era de capitán.
En marzo de 1967 estaba
estacionado en la base aeroespacial de Montana como oficial de lanzamiento de
los misiles Minuteman. Una mañana, temprano, el 16 de marzo de 1967, recibí una
llamada de mi jefe de seguridad en la superficie. Escuché, según recuerdo, a
unos 6 agentes de seguridad entrando en la conversación. Yo estaba en las
plantas inferiores, a unos 60 metros bajo la superficie, en una cápsula,
monitoreando y controlando 10 cabezas de misiles nucleares en cohetes
Minuteman. Recibí la llamada y me informaron de que estaban observando extrañas
luces volando en el cielo. Respondí que me llamaran si algo más significativo
sucedía. Recibí otra llamada a continuación y esta vez el tono del jefe de
seguridad era más intenso. El guardia parecía claramente asustado. Me dijo que
había objetos con brillos rojos incandescentes flotando justo sobre la puerta
principal. Todos los guardias en el exterior estaban en posición de alerta, con
las armas a punto. Tras esa llamada fui a despertar a mi comandante, el coronel
Fred Mywald, y le conté lo de las llamadas telefónicas. En ese mismo momento,
cuando le explicaba aquello, los misiles empezaron a desactivarse. Uno tras
otro cayeron en lo que se denomina una “no go condition”, no disponibles para ser lanzados. Perdimos
entre 6 y 9 misiles en alerta esa mañana. A los pocos minutos recibimos una
nueva llamada que confirmaba que había UFOS flotando sobre el acceso principal
de la base.
Tras informar al centro de mando,
recibimos un informe de un suceso similar en el puesto “echo flight”. Yo estaba
en el puesto “oscar flight”. Ellos perdieron todos sus misiles en
circunstancias similares y también tuvieron avistamientos de UFOS sobre las
instalaciones de lanzamiento. Tenían personal de seguridad y de mantenimiento
en la superficie que informaron del avistamiento de UFOS. Un vuelo de patrulla
con el comandante Eric Carlson a bordo, capitán de rango, y el teniente coronel
Walt Figel, también fueron testimonios.
Tenemos a estos testigos que
confirmarán esta historia. También tengo documentación que recibí de instancias
de las Fuerzas Aéreas describiendo el incidente e incluyendo en esa
documentación la referencia a los UFOS. Tenemos telex reportando el incidente.
Uno de esos telex concluía que “el hecho de no haber razón aparente que pueda
ser identificada para tener 10 misiles desactivados es motivo de gran
preocupación para el cuartel general [de las Fuerzas Aéreas].” Además de estos
telex cuento con 12 testigos que pueden verificar partes de esta historia…
También he obtenido un informe completo de la base aeroespacial de Maynard, al
norte de mi base, acerca de un suceso de agosto de 1966 de un avistamiento de
UFOS muy similar sobre los silos de los misiles de esa base. Por otro lado, tengo
los informes de un incidente UFO que fue investigado por las Fuerzas Aéreas una
semana después del último incidente que acabo de describir. Estoy dispuesto a
testificar bajo juramento ante el Congreso.
9, DWYNNE ARNESSON, TENIENTE CORONEL
DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Buenos días, me llamo Dwyine
Arnesson, he trabajado 26 años en las Fuerzas Aéreas como oficial de
comunicaciones electrónicas. He servido en todo el mundo, incluyendo Vietnam.
He sido comandante logístico en tres bases diferentes de las Fuerzas Aéreas.
Tuve autorización de alto secreto SCI-TK; para aquellos que no lo sepan, este
nivel está por encima de alto secreto. Me retiré en 1986 como coronel en la
base aeroespacial de Wright Patterson, Ohio. Estoy aquí para relatar tres tipos
de experiencias diferentes vinculadas a UFOS.
Como joven teniente estacionado en
la base de Rammstein, en Alemania, a principios de los años 60, estuve a cargo
del centro criptográfico. Tenía autorización de alto secreto. De ese tiempo
puedo recordar claramente leer un mensaje que fue enviado a través de mi centro
criptográfico acerca de un UFO que se había estrellado en Spitsbergen, Noruega.
El mensaje decía que un grupo de científicos se dirigía al lugar del accidente
para investigarlo.
Más adelante, en 1967, fui
asignado a la 20ª División de las Fuerzas Aéreas, en Great Falls, Montana. Era
el oficial a cargo del centro de comunicaciones y también era el oficial de
control a cargo del alto secreto de la División. Tenía acceso a la información
criptografiada y todas las autentificaciones de lanzamientos nucleares pasaban
por mí. De esa época puedo recordar un mensaje codificado que pasó por mi
departamento y que decía: “un UFO ha sido visto cerca los silos nucleares y los
misiles han sido desactivados.” Por coincidencias de la vida, la primera
persona que Boeing [constructor de los misiles] mandó para investigar el
incidente y las razones por las que los misiles se desactivaron fue Bob
Kaminsky, que fue mi primer jefe en Boeing cuando trabajé luego allí. En varias
ocasiones que charlamos en Washington, el señor Kaminsky me dijo que aquellos
misiles estaban en perfecto estado. Ese fue el resultado de la investigación.
El último incidente ocurrió cuando
estaba estacionado como comandante en la base de las Fuerzas Aéreas de Caswell
y tenía contacto con la policía militar de la base aeroespacial de Loring. Me
contaron acerca de un avistamiento de UFOS sobre la zona de almacenamiento de
las armas nucleares en Loring. Me gustaría testificar ante el Congreso que todo
lo que he dicho es absolutamente la verdad.
10, HARLAND BENTLEY, INGENIERO
NUCLEAR Y DE MISILES DE LAS FUERZAS ARMADAS DE LOS EE.UU.
Buenos días. Mi nombre es Harland
Bentley. Durante 1957 a 1959 tuve el rango de doctor científico en el Ejército
de los Estados Unidos. Estuve estacionado al norte de Washington D.C., en la
base de misiles Nike Ajax, cerca de Olney, Maryland. En mayo de 1958, a las
6:00 a.m. oí un ruido en el exterior, como una especie de transformador
pulsátil. Miré a través de la ventana de mi caserna y vi una aeronave que
impactó en el suelo. Piezas de la nave salieron despedidas pero el vehículo
inmediatamente despegó de nuevo. Hay mucho más que contar de esta historia pero
tenemos que ir un poco más rápido en nuestras presentaciones.
La noche siguiente yo estaba de
servicio en la oficina de radar. Recibimos una llamada de la base de misiles de
Gaithesburg: “Tenemos entre 12 a 15 UFOS ahí afuera, a unos 15-30 metros sobre
nosotros”. Pregunté al oficial cómo sonaban en su vuelo y él tomó el auricular
del teléfono y lo puso frente a la maldita ventana y me pidió que escuchara. El
mismo ruido que escuché la mañana anterior excepto que había más de ellos. Mi
radar estaba en stand by, así que lo activé inmediatamente y
marcó un contacto, justo donde procedía el avistamiento. Lo marqué en mi
pantalla de radar y unos pocos minutos después despegaron. Tal como despegaron,
el barrido del radar captó un contacto. El segundo que tardó en dar la vuelta,
el radar los captó a dos tercios de mi alcance de radar y hasta que estuvieron
demasiado lejos [para captarlos con el radar], navegaron a una velocidad
constante de unos 31.500 kilómetros/hora. Este fue mi primer incidente.
Diez años más tarde me licencié en
electro ingeniería. Estaba basado en California. Siento no poder concretar el
lugar pero estaba trabajando en un proyecto clasificado que no tenía nada que
ver con el asunto que estamos tratando. Mientras estaba trabajando, a las 2-3
de la madrugada, escuché a un astronauta en una transmisión con Houston. No
presté especial atención al diálogo hasta que oí la palabra “bogey” [palabra
clave para identificar el avistamiento de un UFO]. Inmediatamente identificamos
un objeto volador, que era una aeronave ahí en medio desde algún lugar, que
estaba en curso de colisión con ese módulo que orbitaba alrededor de la Luna. Escuché
durante un rato para dejarlo estar y continuar con mi trabajo. Pero más tarde entonces
oí que decía el astronauta: “¡Ahí van!”
En el mundo de los astronautas hay
un término llamado “green toro”. No sé si esto todavía es así pero en mis
tiempos, cuando un astronauta era el primero en decir “green toro”, los
astronautas de la misión y su comandante le tenían que pagar a él y a su
familia una cena en un restaurante de lujo. Antes de que los UFOS se largaran,
alguien dijo “green toro” […]
Respecto a mi particular
experiencia, testificaré ante el Congreso de los Estados Unidos y explicaré lo
que sea necesario.
11, JOHN MAYNARD, SARGENTO EN LA AGENCIA
DE INTELIGENCIA DE DEFENSA (DIA), DEPARTAMENTO DE DEFENSA DE LOS EE.U.
Mi nombre es John Maynard, me
retiré del ejército como Sargento de Primera clase. Durante toda mi carrera, 21
años de carrera, tuve una autorización de seguridad de Alto Secreto. Lo
complementé durante ciertos momentos con autorización TK. He tenido acceso a
documentos muy, muy delicados. Mi testimonio es básicamente preparatorio. Me
retiré de la DIA [Agencia de Inteligencia de la Defensa] en 1980. Cuando eres
un administrador [en la DIA], todo en la oficina pasa por tus manos y lo tienes
que firmar todo. Firmé y aprobé más de 2.000 documentos. Antes de firmarlos los
has de leer, palabra por palabra, para comprobar si son debidamente completos […]
Tenía una buena noción de lo que se
estaba detallando en esos documentos y créanme, hay muchísimas referencias a
UFOS. También hay fotografías de la NIPC [National Intelligence Photographic
Center] que mostraban los objetos completos. Trabajé en varias oficinas de la
oficina [DIA], Recibíamos fotografías constantemente para verificarlas y vi
algunos objetos en ellas, pero no teníamos las fotos allí por mucho tiempo. Lo
normal es que tras aquello hubiera gente que hablara de un “gobierno en la
sombra”. Testificaré ante el Congreso que estas operaciones encubiertas
existen. Estuve cerca de formar parte de ello pero vi la luz y renuncié.
Tenemos que mostrar lo que sabemos y estoy dispuesto a testificar ante el
Congreso o ante cualquier otra organización que lo que vi, es cierto.
12; KARL WOLF. SARGENTO DE LAS
FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Mi nombre es Karl Wolf y fui
técnico electrónico de precisión fotográfica con una autorización de Alto
Secreto para criptografía en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Estaba en
servicio en la base aérea de Langley, Virginia. A mediados de 1965, estaba en
el proyecto “Lunal Orbiter”, en la NSA [National Security Office], en Langley.
El doctor Calley estaba a cargo de ese proyecto. Tenían problemas con algunos componentes
del equipo electrónico que estaban ocasionando defectos en la producción
fotográfica. Accedí a las instalaciones del proyecto y allí me encontré con
científicos de todo el mundo. Me sorprendió que en un proyecto de la NSA
hubiera personas de todo el mundo. No tenía sentido para mí. Fui conducido al
laboratorio que albergaba el equipo en mal funcionamiento. No podía repararlo
en la oscuridad y pregunté por si lo podía hacer en otra habitación. Había un
técnico de segunda en la habitación oscura en ese momento. Yo también era una
técnico de segunda. Yo estaba interesado en el funcionamiento de todo el
proceso de funcionamiento del Lunar Orbiter. Una persona del laboratorio me
describió el proceso. Estuvimos hablando unos 30 minutos hasta que, como si
fuera lo más normal, me dijo: “Por cierto, hemos descubierto una base en la
cara oscura de la Luna.”
Me mostró fotografías de
estructuras, edificios con forma de seta, edificios circulares y torres. Tuve
un miedo de muerte porque trabajábamos con un sistema de seguridad compartimentada
y ese hombre se había saltado las normas de seguridad. Decidí no ir más allá
con mis preguntas. Alguien vino un poco más tarde y ahí se acabó. Trabajé en
ese proyecto durante tres días más y recuerdo que me fui a casa pensando ingenuamente
que llegaría y lo vería anunciado en el telenoticias de la noche. Tres años
después sigo esperando. Testificaré bajo juramento ante el Congreso que lo que
digo es la verdad.
13, DONNA HARE, DISEÑADORA/ILUSTRADORA
DE MATERIAL AEROESPACIAL DE LA NASA.
Me llamo Donna Hare, trabajé para
Philco Ford Aerospace [empresa de producción de tecnología aeroespacial] entre
1967 y 1981. Durante ese tiempo fui diseñadora de ilustración. Diseñé para NASA
las luces de lanzamiento, las luces de aterrizaje, prototipos de los tableros
de despegue y mapas lunares. Éramos una empresa externa pero la mayoría del
tiempo trabajé en la sede de NASA, en el edificio 8.
Tuve la oportunidad de hacer horas
extras trabajando en los momentos de descanso entre misiones [espaciales].
Estuve en el laboratorio de fotografía de la NASA, que estaba en mi mismo
edificio. Tenía una autorización de Secreto, la cual no es muy alta pero me
permitía acceder a zonas restringidas como este laboratorio. En una ocasión
estaba hablando con uno de los técnicos del laboratorio. Me llamó la atención para
que mirara una fotografía de la NASA en la que se distinguía un punto:
“¿Qué es eso? ¿Es un punto en la
emulsión [del revelado?”
“Los puntos en la emulsión no
proyectan sombras en el suelo”, me respondió él con una ligera sonrisa y los
brazos cruzados.
Era una fotografía de la Tierra,
entiendo que era la Tierra porque en la imagen se veían pinos, y las sombras de
la nave, o lo que fuera, tenían el mismo ángulo que los árboles. Aquello era un
UFO y que destacarlo porque aquel hombre habló de un “objeto no identificado”.
Pero eso era alto secreto porque le pregunté qué iba a hacer con esa
información y él me contestó que “siempre los desdibujamos antes de hacer
públicas las imágenes.” En esa imagen estaban analizando unas pequeñas
criaturas que aparecían.
Tras aquello decidí hacer más
preguntas a otras personas que trabajaban allí. Un guardia me explicó que le
pidieron en cierta ocasión que quemara algunas fotografías y que no las mirara.
Otro guardia le observaba mientras lo hacía, un colega suyo de trabajo. Al
hombre le pudo la tentación y miró unas de las imágenes, en la que aparecía un
UFO, según me dijo. En el mismo momento que miró la foto, recibió un golpe en
la cabeza. Tenía una cicatriz en la cabeza, cuando hablé con él. El hombre
estaba asustado […]
Otro incidente: conocí a
una persona que asistió a los astronautas del Apolo [¿la última misión Apolo?]
en el proceso de cuarentena. Esta persona me contó que los astronautas vieron
una nave en la Luna cuando aterrizaron allí. Estaba persona también estaba
preocupada porque los astronautas debían mantenerlo en silencio.
Trabajé
allí por varios años y esas cosas no eran algo que todo el mundo supiera.
Mi jefe lo sabía, algunos de los que trabajaban a mí lado lo sabían... No
sé cómo se lo hacían pero algunos tenían acceso a ello y otros, no. Estoy
preparada para testificar ante el Congreso.
14, LARRY WARREN, OFICIAL DE SEGURIDAD EN LAS FUERZAS
AÉREAS DE LOS EE.UU.
Buenos días, damas y
caballeros, miembros de la prensa. Me llamo Larry Warren. Hace 20 años, en
1980, era experto en seguridad asignado en la base de la OTAN en Bentwaters,
Woodbrige, y en las bases de las Fuerzas Aéreas [de los EE.UU.] en Suffolk,
East Anglia. Tenía una autorización de seguridad de Secreto. Vigilaba los
arsenales nucleares allí almacenados sin el conocimiento de los ciudadanos de
Gran Bretaña. Voy directo a la parte que nos incumbe, la de las tres noches en
la que ocurrieron los sucesos UFO.
Estos objetos realizaron
incursiones sobre la WSA (weapons storage area), dispararon haces de luz contra
las armas, posiblemente afectando su funcionamiento. Estos objetos aterrizaron
dos noches y posiblemente se vieron formas de vida en ellos. Esta es una verdad
impopular pero son hechos de una extrema importancia para la seguridad, no sólo
para el gobierno de Su Majestad sino también para este gobierno [el de los
EE.UU.], y continúan bajo la sombra del secreto. Es un asunto muy complejo y
extenso pero es un asunto que tiene más que ver con los derechos humanos que
con el tema UFO. Hace 20 años esta sala habría estado vacía, veo que hay un
giro en la historia. Esto es historia en movimiento, pero por desgracia
historia clasificada como secreto. Estaré más que honrado de jurar por mi honor
que experimenté lo que hice, que vi lo que vi. Estos sucesos no sólo
concluyeron en numerosas negaciones por parte de este gobierno, también se
elaboró años más tarde el memorando del teniente coronel Charles Halt,
subcomandante en Jefe de la base. El documento parece que sea un relato de
ciencia ficción. Se incluía una grabación de audio de cómo eran los objetos,
sus medidas y cómo violaron nuestro espacio aéreo. Estos acontecimientos son
una de extrema gravedad para la defensa. Espero que a mis compañeros de armas se
les conceda inmunidad para testificar [...]
15, GEORGE FILER III, MAYOR DE LAS FUERZAS AÉREAS DE
LOS EE.UU.
Mi nombre es George
Filer III y la razón por la que estoy aquí es porque George Filer V [su
nieto] está en el ‘hangar’ esperando a nacer el próximo viernes. Soy un oficial
de inteligencia retirado, con 5.000 horas de experiencia en vuelo. No creía en
UFOS hasta que en 1962 nuestra base en Londres me ordenó perseguir un UFO. Les
dije: “¡Claro, cómo no!”
Descendí de 9.000
metros hasta 300 metros de altitud. El UFO estaba allí flotando y bajamos
en picado para cazarlo. Realmente vi la línea roja de mi avión [peligro de
desestabilización del aparato]; así es cómo descubrí que era algo peligroso
perseguir UFOS. Fui capaz de detectar el UFO en el radar del avión, a 74
kilómetros de distancia. Se podía ver una luz en la distancia. A medida que nos
acercábamos seguíamos recibiendo la señal del radar. La señal del radar era
bien clara, como di detectara un objeto metálico. Cuando estuvimos a unos 2
kilómetros de distancia vi una estela en el cielo, la que dejó el objeto cuando
despegó, una estela muy similar a la que deja un transbordador cuando despega.
Más tarde, cuando estaba
trabajando en los servicios de inteligencia en Vietnam, informé al General Brown
acerca de casos UFO. Cuando estuve en la 24 División de las Fuerzas Aéreas, en
la base espacial de Mcguire, informé al general Glow acerca de un UFO sobre
Teherán, Irán. Eso fue en 1976. Dos cazas de las fuerzas iraníes despegaron
para interceptar al UFO pero cuando encendieron su sistema de armas,
inmediatamente se desactivó su sistema electrónico y los dos aviones tuvieron
que volver a la base. Este suceso es de relevancia porque fue captado por
satélites.
La mañana del 18 de
enero de 1978, yo estaba en la base de Mcguire para, como era habitual,
reportar a los generales en la dirección. Detecté que fuera se podían ver en la
distancia unas luces que parecían huir de allí. Cuando llegué al centro de
mando, el sargento senior al cargo me explicó que se habían visto UFOS durante
toda la noche, “están en el radar, la torre los ha visto y un avión los ha
visto. Uno de los UFOS ha aterrizado o se ha estrellado en Fort Dix”, me
explicó.
Fort Dix y Mcguire
estaban bajo la misma dirección... Un extraterrestre salió de la nave y fue
disparado por un policía militar. Aparentemente fue herido y llevado a Mcguire.
¡Por alguna razón a los Alien les gustan las Fuerzas Aéreas pero nuestro
Ejército les dispara! En cualquier caso, la policía militar se acercó a él y lo
encontraron muerto. Me preguntaron si podía informar a comandancia, al general
Tom Sandler, y a las 8:00 a.m., a la espera de recibir yo el informe, me dije a
mí mismo: “no creo que sea buena idea hacerlo, el general no tiene mucho
sentido del humor.” Tampoco sabía si creerme todo el asunto. Realicé un poco de
investigación para confirmarlo y llamé al 38 puesto de mando y allí todo el
mundo contaba más o menos la misma historia. A las 8 de esa mañana, antes de
reportar al general, me ordenaron que no lo hiciera porque era demasiado fuerte
para reportarlo. Esto es lo que tenía que decir. Estoy preparado de explicar
esta historia ante el congreso. Es la verdad.
Por todo ello, he
seguido interesado en los UFOS. Soy el director en la costa Este de la Red UFO.
Entre yo y el Centro Nacional de Informes, liderado por Peter Davenport, hemos
obtenido una media de un centenar de reportes semanales de gente por todo los
Estados Unidos que ven estas cosas constantemente [...]
16, CLIFFORD STONE, SARGENTO DEL EJÉRCITO DE LOS
EE.UU.
Buenos días, me llamo
Clifford Stone y fui sargento de 1ª del Ejército de los Estados Unidos. Tenía
una autorización de Secreto para asuntos nucleares, nivel suficiente para las
operaciones especiales en las que estuve involucrado. Estuve implicado en
situaciones de recuperación de UFOS estrellados. También había cuerpos muertos
en estos UFOS y algunos individuos supervivientes. Mientras estuve en estas
operaciones, el gobierno decía al pueblo americano y al mundo que no existía
nada de eso [...]
Decíamos al pueblo
americano que no existía nada relacionado con UFOS. Yo he estado implicado en
la recuperación de estos objetos. Sabemos que son extraterrestres. En 1969,
cuando estaba estacionado en Fort Lee, Virginia, fuimos a la zona de Indian
Town, Pennsylvania, en la que fue mi primera exposición en las operaciones de
recuperación. Más adelante recuperamos otros objetos voladores no
identificados. En aquel primer incidente, cuando llegamos ya teníamos personas
del equipo de recuperación en el lugar. Nosotros éramos el equipo de apoyo.
Éramos equipos preparados para tratar el material EBC y nuclear que había en
esa nave. Se La gente implicada explicó más tarde que en esa acontecimiento no
hubo nada más que una nave estrellada. Yo sabía más porque fui una de las
primeras personas que se acercó a la nave siguiendo los contactos del radar
terrestre. Fui la primera persona en acceder a la nave y ver los cuerpos sin
vida dentro de ella. Este fue el primer de 12 sucesos de UFOS estrellados en
los que estuve involucrado. No son hechos que sucedan cada día, son raros.
Sé que no estamos
solos en el universo. Sé que la ausencia de evidencias no es la evidencia
de ausencia. Es evidencia de que [estas evidencias] han sido negadas al pueblo
americano. Me presento hoy ante ustedes que por Dios todo poderoso que si el
Congreso me llama y me pide que testifique en detalle acerca de lo que sé,
estaré preparado para ello. Los gobiernos no deben mentir a su gente por
ninguna razón. Gracias.
17, MARK MCCANDLISH, DISEÑADOR AEORNÁUTICO.
Buenos días, mi nombre
es Mark McCandlish y en los últimos 21 años he trabajado como artista
conceptual para varios contratistas de defensa. He estado implicado en la
producción conceptual para Rockwell en el proyecto X-30 y también en el programa
HSTP [Hipersonic Step Test Programe]. Durante mi carrera he tenidos dos
autorizaciones de Secreto.
En 1967, mi padre,
militar, estaba estacionado en la base de las Fuerzas Aéreas de Westover, los
cuarteles generales del Comando Estratégico Aéreo. Fui testigo, observándolo
con un telescopio, de un UFO que flotó durante 10 minutos sobre un área de
almacenamiento de armamento nuclear para luego despegar a una velocidad
parecida a la del disparo de una bala.
El 12 de noviembre de
1988, un compañero universitario y asociado, Brad Sorensen, me informó
que él personalmente vio 3 UFOS enormes aparcados en un hangar de la base de
las Fuerzas Aéreas de Norton, durante su asistencia a una exhibición militar
que allí se celebraba. Llamé al congresista de ese distrito, George Brown Jr,
que en ese momento era el presidente del comité del Congreso para Ciencia
Espacial y Tecnología Avanzada. Asumí que al ser aquella exhibición a la que
asistió Brad era para militares de alto rango y miembros concretos del
Congreso, asumí entonces que su oficina tendría que estar coordinando las
relaciones públicas del acontecimiento. Un miembro de la oficina del
congresista no sólo confirmó la exhibición sino que en la exposición se
mostraban efectivamente los 3 discos. Estos discos, según me dijo, se mostraron
incluso flotando sin ningún medio de soporte visible. Ese funcionario se
refirió a ellos como “Reproducciones de Vehículo Alienígena (ARV)”. Los ARV
también son conocidos como Flux Liner porque utilizan de alto voltaje.
Abreviando, este es un diagrama basado en un esbozo de Brad Sorensen, lo hizo
para mí en un formato sencillo poco después de su observación [...]
Más tarde obtuve las
fotografías que fueron realizadas en 1967 por el piloto militar Harvey Williams
volando en un avión C-47 de las Fuerzas Aéreas a 3.500 metros de altura, a 46
kilómetros al suroeste de la ciudad de Provo, Utah. El vehículo en concreto que
aparece [en las fotos] coincide con la forma y las dimensiones del citado ARV.
Más adelante hablé con
un caballero de nombre Kent Sellen, que conocí en 1992 en un show aéreo en la
base espacial de las Fuerzas Aéreas de Edwards. Era la primera vez que se
mostraba en público el bombardero B-2. Sellen me indicó que en 1963, cuando era
jefe del equipo de un avión experimental en la base de Edwards, entró
involuntariamente en una zona restringida en la que descubrió un avión
clasificado ARV. Me describió en detalle aspectos de la configuración y
operatividad del ARV que Brad Sorensen desconocía.
Justo después, Brad
Sorensen se encontró con el famoso diseñador aeronáutico Burt Rutan. Sorensen
llevaba consigo una copia del diseño del ARV para entregársela. Rutan creyó que
aquello era una broma y colgó esa copia en la pared de su despacho, para
continuar con la broma. Otra persona, más tarde confirmado por mí a través de
una tercera fuente, me narró que el coronel Guy Walsch, de la base de Edwards,
visitó en cierta ocasión al señor Rutan y vio en la pared del despacho el
diseño. Reaccionó con cierto nivel de shock y enfado: “¿cómo demonios has
conseguido este diseño?” El diseño era parecido al de un avión que entre la
década de los 40 y los 50 estuvo en un hangar de la base de Edwards, en las
instalaciones al Norte de la base.
Estuve investigando
acerca de este vehículo, buscando en un gran número de documentos
desclasificados de las Fuerzas Aéreas. A partir de ello confirmé que a inicios
de los 60 estuvieron haciendo pruebas en el túnel de viento con una nave en
forma de platillo a una velocidad de Mach 20. En otros documentos desclasificados
de la NASA se muestran naves de formas similares […] [muestra los documentos al
público] que pasaron pruebas en el túnel de viento a velocidad de Mach 6.
Obtuve también la cope de un informe de la oficina de Herculis Aerospace,
describiendo el particular tipo de ciencia relacionada con la llamada “energía
de punto cero” y “ondas escaladas”. Según Brad Sorensen, estas técnicas son la
base para el Sistema de Propulsión de Antigravedad. Este documento que tengo
aquí describe encuentros en los que participaron la Oficina de Inteligencia de
Defensa (DIA) y la comunidad científica rusa para la investigación de lo que
llamamos “tecnologías fundamentales de incapacitación”, que fueron
aparentemente descubiertas por Nicola Tesla a principios del siglo XX.
Puedo aportarles mucho
más material en detalle y estoy preparado para testificar en detalle respecto a
estos asuntos ante el Congreso. Muchas gracias.
18, DANIEL SHEEHAN,
ABOGADO.
Mi nombre es Daniel
Sheehan, soy abogado y actúo en calidad de consejero general del Disclosure
Project. Me gradué en 1967 por la universidad de Harvard en estudios de
gobierno americano y derecho constitucional. Obtuve el postgrado en la Escuela
de Derecho de Harvard. Fui uno de los consejeros del New York Times para el
caso de los ‘Papeles del Pentágono’. Participé en la argumentación del caso
ante el Tribunal Supremo para dar finalmente la autorización al New York Times para publicar los 47
volúmenes de documentos clasificados del Pentagono. Después trabajé como
consejero especial en la oficina de A- Bally, que representaba a James McCord
en el robo del Watergate. McCord escribió la carta al juez George Shurika para
revelar la implicación entre los ladrones y la Casa Blanca. Cuando acabo ese
caso volví a Harvard, a la Escuela Divinity, para estudiar el máster y
posterior doctorado en Ética Social judeo-cristiana y Política Pública. Me
contrataron como consejero general en la sede de los Jesuitas de Estados
Unidos, en Washington D.C. Fui asignado a la oficina nacional de Ministerio
Social, en el departamento de Política Pública.
Yo trabajaba allí en
1977 cuando fui contactado por la señora Marcia Smith, directora de la División
de Ciencia Tecnológica de los servicios de estudios del Congreso. Ella me citó
y me explicó que el presidente Carter, tras asumir el cargo en 1977, pidió al
director de la CIA, entonces George Bush senior, que le facilitara la
información clasificada acerca del fenómeno UFO. Esta información le fue
rechazada al presidente de los Estados Unidos por parte del director de la CIA.
George Bush senior respondió que para tener acceso a estos documentos
necesitaba autorización de los Servicios de Estudios del Congreso, necesitaba
también contactar primero con la División de Ciencia y Tecnología del Congreso
para emprender un proceso de desclasificación. La DCA [Agencia de Comunicación
de la Defensa] sospechaba que el presidente estaba preparando esta información
para revelarla al público americano.
La oficina de estudios
científicos de Marcia Smith fue contactada por el Comité de Ciencia y
Tecnología del Congreso y les ordenó que abrieran una amplia investigación
acerca de la existencia de inteligencia extraterrestre y la existencia de los
UFOS. Fui contactado por la señora Smith por si yo, en calidad de consejero general
de los Jesuitas de Estados Unidos, podía tener acceso a la Biblioteca del
Vaticano para comprobar qué información tenía el Vaticano sobre inteligencia
extraterrestre y el fenómeno UFO. Actué con la autorización del padre William
G. Davies, director de la oficina de los Jesuitas en Estados Unidos. Nos
rechazaron el acceso como la orden jesuita en Estados Unidos.
Se lo comenté a la
señora Smith y ella me pidió que participara en un proyecto que luego
detallaría. Yo era asesor especial de la Biblioteca del Congreso. Me convenció
que ya que tenía ese acceso a la biblioteca, que me hiciera con los documentos
desclasificados del proyecto Bluebook. En mayo de 1977 fui al edificio de
medicina de la biblioteca del Congreso. Era un edificio nuevo, prácticamente no
había nada. Fui trasladado a una plata subterránea en la que había dos guardas
en la puerta y un tercero sentado en la mesa. Confirmaron que mi credencial
acreditaba que yo estaba designado como consultor especial de los servicios de
estudios de la Biblioteca del Congreso. Fui admitido en la habitación y pude
encontrar docenas de fotografías de lo que era incuestionablemente un UFO
estrellado en un campo nevado. En la escena había personal de las Fuerzas
Aéreas rodeando la nave y haciendo fotos de la nave. En uno de los laterales de
la nave se podían distinguir unos símbolos.
Continué pasando fotos
para encontrar una imagen más próxima de esos símbolos. Me habían dado órdenes
muy claras para que no tomara apuntes. Antes tuve que dejar mi maletín y mis
pertenencias fuera de la sala pero me había llevado conmigo [a escondidas] un
bloc amarillo. Lo que hice fue sacar el bloc amarillo, reenfoqué el proyector
de las fotos hasta que tuviera el mismo tamaño de la cartulina trasera del blog y copié los
símbolos de la nave en la tapa del bloc amarillo. Coloqué los documentos en la
bandeja, cerré de nuevo la caja y decidí que era momento de largarse. Cogí el
bloc para salir de la oficina. Los guardias me pararon y me cuestionaron qué
era eso que llevaba. Tomé el bloc amarillo y frente a él pasé rápido a través
de sus páginas. No vio la copia que había hecho. Me lo llevé para realizar un
informe ante el Consejo Nacional Eclesiástico para pedir a los 54 altos cargos
religiosos en la administración de nuestro país que emprendieran un estudio
exhaustivo sobre la inteligencia extraterrestre. La propuesta fue rechazada.
Pedí una deliberación a puerta cerrada, que duró 3 horas, en un seminario con
los 50 mejores científicos del Jet Propulsion Laboratory [dependiente de la
NASA] y del SETI. Eso es lo que hice en 1977. Estoy más que contento de
testificar bajo juramento ante el Congreso de los Estados Unidos sobre estos
detalles.
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